Aceite de colza 250ml SCHMECKT

250ml Aceite de Canola SmakNatura h2

• reduce el colesterol
• es rico en vitamina E
• actúa como antioxidante
• aumenta los niveles de energía
• mejora la función cerebral

Las grasas desempeñan un papel muy importante en nuestra dieta diaria. Si no proporcionamos al cuerpo la cantidad adecuada de grasa, puede que no funcione correctamente. Por ejemplo, el aceite de canola se considera una de las grasas comestibles más saludables, incluso mejor que el aceite de oliva. Es bajo en grasas saturadas y rico en grasas insaturadas, incluidos los ácidos grasos Omega-3.

Protección de la piel

El aceite de canola, como muchos aceites vegetales, es rico en vitamina E, esencial para el cuerpo por diversas razones. La vitamina E es un antioxidante muy efectivo y puede proteger la piel de los efectos dañinos de los radicales libres. Como resultado, tu piel se vuelve firme y suave, acelera la curación de lesiones, reduce manchas, arrugas y signos de acné.

Aumenta los niveles de energía

Un nivel bajo de colesterol y un alto contenido de antioxidantes importantes pueden ayudar a tu cuerpo a metabolizar a un ritmo normal. Tu cuerpo no se ralentiza y tu energía no se ve afectada por una circulación lenta o un sistema cardiovascular sobrecargado.

Mejora la función cerebral

Las funciones cognitivas disminuyen con la edad, lo que se manifiesta en enfermedades como el Alzheimer y la demencia. Los antioxidantes que combaten los radicales libres también previenen daños cerebrales que pueden detener las conexiones nerviosas y llevar a estas condiciones.

Sustancias en el aceite de canola:

• Saturados: 7%.
• Monoinsaturados: 63%.
• Poliinsaturados: 28% (con Omega-6 y Omega-3 en proporción 2:1).

Curiosidades:

El aceite de colza se utilizaba a menudo con fines industriales. Era un producto barato, pero no era apto para el consumo porque contenía sustancias peligrosas. Muchos científicos canadienses querían transformar el aceite de colza en aceite comestible, por lo que utilizaron técnicas de selección genética para 'crear' semillas que contuvieran menos de estas sustancias nocivas y amargas. Así surgió lo que hoy conocemos como aceite de canola.